viernes, 30 de abril de 2010

Claves para pasar la adolescencia de nuestro hijo

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Cuando nos planteamos el tema "adolescentes", nos metemos en un mundo muy amplio. Necesitaríamos un libro completo, y nos quedaríamos cortos, porque es una etapa de la vida en la que sufrimos muchos cambios.

Yo me planteo una etapa de "conflicto", en la que si se sále airoso y es positivo, todo irá bién en un futuro. Si no es así, y el aspecto es negativo, esto interferirá en la evolución del adolescente como persona. Por ello nos tenemos que preguntar ¿cómo se ve el adolescente a sí mismo?.

En esta etapa él o ella buscan una imagen de sí mismos, que les haga sentir bién, y que a la vez represente lo que quieren hacia los demás. Tienen que explotar sus recursos, para que sus amigos vean una imagen de "quién es" y "cómo es".  Experimentan papeles de adultos, para verse integrados en el grupo. Por estos motivos, entre otros, nosotros los padres quedamos relegados a un segundo plano.

Yo no pretendo dar un listado de claves secretas para salir airoso en esta etapa, porque sería absurdo, no hay una fórmula secreta para esto. Pero sí puede ayudar a algunos padres a encontrar el equilibrio con sus hijos.

Aquí van algunas, que os pueden venir bién:
La 1ª: No pretender ser "amigo" de nuestros hijos. Ellos ya tienen sus amigos. Tenemos el papel tan importante de ser padres, no queramos suplantar  a sus amigos.
La 2ª: Fomentar mucho el diálogo en casa, a la hora de las comidas. La sobremesa del fín de semana, nos brinda una oportunidad única, para comentar en familia muchas cosas. Os invito a hacer largas sobremesas con vuestros hijos. Son muy fructíferas. Por supuesto sin televisión.
La 3ª: Tienen que tener límites. Nadie os va a decir cual es la hora mágica de volver a casa, o qué deben hacer ante tal o cual situación. Hay que actuar con sentido común.
La 4ª: Un tema importante que nos preocupa a todos: las drogas y el alcohol. Hay que hablarles mucho sobre esto, que sepan decir que no. Plantearles los desencadenantes de estas actividades, sus secuelas, lo que les puede llegar a producir. Es un tema muy extenso, en el que tenemos que ahondar para que ellos nos hablen con naturalidad, nos pregunten y estar al día sobre ello nos ayudará a formarles, para que no cometan errores. La Comunidad de Madrid, tiene folletos y libros al respecto, que podemos conseguir facilmente y ayudan a afrontar este tema.
La 5ª: El sexo. Hablar de ello con naturalidad, les ayudará a sentirse seguros en sus relaciones. Muy importante hablarles de todos los métodos anticonceptivos que existen, y que están a su alcance. Y de las enfermedades de transmisión sexual, para evitar situaciones irreparables. En los ambulatorios las enfermeras les dan formación muy útil a este respecto.
La 6ª: Preparar esta etapa desde pequeños. No podemos llegar a los 13 ó 14 años sin haber puesto límites, hablado con nuestros hijos, etc..., y pretender que nos escuchen. Hay que sembrar el camino desde pequeños. Tengo una amiga psicóloga, expecialista en adolescentes, y creedme tiene casos muy duros. Adolescentes que le llevan allí, porque no saben que hacer con ellos sus padres. Para evitar todo esto hay que dialogar mucho antes, y sobre todo ser muy positivo para ayudar a vuestros hijos en esta etapa de grandes cambios.

Os animo a todos a pensar que también fuimos adolescentes, y lo que pensábamos, para ponernos en su lugar. Y sobre todo tener una gran paciencia y escuchar mucho también a nuestros hijos. Porque a veces, con tanto trabajo y quehaceres, nos olvidamos de sentarnos a conversar.

Espero que os sirva de ayuda.

viernes, 23 de abril de 2010

La importancia de la lectura






Creo que la lectura es imprescindible, es uno de los objetivos más importantes que se tienen que fijar en los primeros años de vida del niño, y sobre todo en la Educación Primaria.

En los colegios ya se está tomando muy en serio esta actividad, ya que los profesores saben de la importancia de tener un buén aprendizaje lector, para poder comprender y aprender lo que leen. Un niño que es un buén lector, en clase presta más atención y tiene más capacidad de concentración, porque la lectura ayuda a ello. El niño que no tiene asimilada correctamenta la comprensión lectora, tendrá dificultades en su futuro aprendizaje. También ayuda a nivel ortográfico, ya que los niños que leen cometen menos faltas de ortografía, aunque este hecho no siempre ocurre. Hay muchos buenos lectores, que cometen las mismas faltas de ortografía, que niños que no leen tanto.

Hoy precisamente, en el colegio de mis hijos se celebra "El día del libro". Todos los niños iban muy contentos ante la idea de poder comprar libros, verlos y abrir ese mundo de fantasía, realidad, historias, personajes, y un sin fín de placeres, que nos da el maravilloso mundo de los libros. Y los padres tenemos una importante tarea, a la hora de fomentar la lectura en nuestro hogar.

El aspecto técnico se lo debemos dejar a los profesores, que están cualificados para enseñar la mejor manera de adquirir este aprendizaje. Nosotros por nuestra parte debemos apoyar, y ayudar desde casa, con sus recomendaciones. Pero el aspecto afectivo, corre a nuestro cargo, ya que el niño percibe ese momento de cariño vivido durante la lectura desde pequeño. Cuando toca la hora de irse a dormir, el niño ve como mamá o papá leen un libro para él. Y ese lazo afectivo une el momento mágico de la lectura, con el cariño recibido. Por eso cuando el niño aprende a leer, para él es muy gratificante devolver a sus padres ese cariño, y vive como un grán triunfo poder leer para nosotros. Es el mejor regalo que nos puede dar.

Para muchos niños el momento de la lectura es el mayor placer, pero para otros no. Para otros constituye un castigo u obligación. Por eso debemos buscar lecturas adecuadas a su edad, y que sea el niño el que las elija, para que no caiga en el aburrimiento. Hay que incentivar este aspecto lector, de manera que el niño no se sienta forzado, y no tener prisa, porque podemos caer en que acabe aborreciendo los libros. Muchos niños tardan años en lograr que la lectura sea algo placentero para ellos.
En el lado contrario están los que pasan muchas horas leyendo. Siendo algo altamente positivo, lo podemos enfocar como un premio para él, diciéndole que deje el libro a un lado y salga a jugar con sus amigos, o juegue a otras cosas. Así el niño tomará con más ganas su libro, y lo sentirá como el mejor premio recibido.

Pero mi opinión es que los niños son grandes imitadores, y que la mejor enseñanza lectora es que nos vean con un libro en la mano, inmersos en la lectura. Ellos a quién más imitan son a sus padre, con lo cuál tendremos muchas probabilidades de tener un lector en casa. Por eso hoy en el día del libro, os invito a comprar un libro, que pienso que es el dinero mejor invertido.

miércoles, 14 de abril de 2010

Bilingüismo



La educación bilingüe es un tema que preocupa a muchos padres hoy en día. Bien porque uno de los progenitores sea extranjero, por situaciones de emigración, o simplemente por la preocupación de que los niños aprendan una segunda lengua en edad temprana, que en un futuro les sirva para sus relaciones laborales y sociales.

Cuando nos encontramos en el primer caso: "uno de los progenitores es extranjero", hay que seguir unas pautas que nos ayudarán a que el niño comprenda perfectamente las dos lenguas, sin mezclarlas. Los padres deben hablarle, cada uno, siempre en su idioma natal, sin cambiar repentinamente al otro, porque esa taréa ayudará al niño a distinguir ambas lenguas. No se debe incurrir en el error de cambiar de idioma, sin avisar al niño: "ahora vamos a hablar en Español", o bién "ahora vamos a pasar al Inglés", porque de lo contrario el niño no los separará correctamente, y este hecho puede ser un obstáculo para su educación futura. El niño debe relacionar cada lengua con una persona, o una situación dentro de casa.

Es cierto que está demostrado que estos niños tardan más en asimilar el aprendizaje, que un niño educado desde su nacimiento en un sólo idioma, pero una vez aprendidos, el niño será bilingüe. Este hecho no debe preocuparnos.
En el caso de situaciones de emigración, el sistema recomendado es que el niño lleve aprendida una base del idioma del país a dónde va. Para ello hay centros especializados a los que podemos acudir. Una edad muy buena para iniciar esa educación bilingüe, es a partír de los 3 años, porque el niño ya tiene afianzada su lengua materna.

Y si elegimos la enseñanza bilingüe en un centro educativo, lo mejor es hacerlo en un centro cualificado para ello. Pensando siempre que es muy beneficiosa para nuestros hijos, y necesaria en la sociedad actual. Cada día más centros educativos privados y públicos, están introduciendo este sistema.

Hay una excepción para esta enseñanza. En niños con problemas de aprendizaje, con retraso o trastornos en el lenguaje, esta enseñanza puede ser contraproducente. Siempre debe estár diagnosticado por un especialista (logopeda), quién nos indicará si puede o no iniciar el bilingüismo, y cuándo estará el niño preparado para ello.

miércoles, 7 de abril de 2010

El juego del niño de 3 a 6 años

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A esta edad juega un papel muy importante "la imaginación". Es la edad en la que el niño imagina entornos, inventa historias y juegos. Una manta encima de una mesa y ayudado de cojines, se puede convertir en la mejor casa o refugio; también juegan con sillas u otros objetos que estén a su alcance. Todo esto permite que los niños aprendan a expresar sus sentimientos de angustia, miedo, agresividad, cariño, amor. Les ayuda a pensar y procesar datos en su mente de situaciones imaginarias, que no son reales, o no están presentes. Eso es importante para el desarrollo de su imaginación. Está demostrado que un niño que no juega, es un niño que no alcanza la madurez. En muchas terapias se utiliza el juego como herramienta, para que el niño pueda expresar debidamente sus sentimientos.
Cuando son más pequeños tienden a jugar solos, o con los padres o hermanos. A partir de esta edad los niños ya buscan a otros niños. También inventan amigos imaginarios, princesas, piratas, y un sinfín de personajes que participan en sus aventuras.
Es bueno que los padres intervengan de vez en cuando, y muy beneficioso que compartan su tiempo. Se les puede ayudar, y proponer juegos nuevos, pero siempre respetando el gusto del niño, y estando en su terreno, porque él es el verdadero protagonista. Debemos darnos cuenta, que mediante el juego él está desarrollando su mundo.

Si notamos que el niño depende mucho de los adultos, es bueno llevarles a parques y jardines, o invitar a casa a amiguitos, para que amplie su círculo y se exprese libremente.También es importante que tenga su lugar de juegos, en su habitación o en cualquier rincón disponible de la casa. A esta edad los juguetes más beneficiosos para ellos, no son los más sofisticados. Podemos encontrarnos con regalarle el juguete de moda, o el más sofisticado y caro, y el niño no hacerle caso, y jugar con la caja en la que venía embalado. Por eso los juguetes que conviene que tengan a su alcance son: juguetes de construcción, para colorear, plastilina, cochecitos, muñecos, puzzles, castillos, caballitos, libros con colorido,... Hay que tener cuidado con fijarse en la edad que recomienda el fabricante.