jueves, 12 de mayo de 2011

Terrores nocturnos

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Hoy me he decidido a escribir sobre este tema, porque yo de pequeña sufría de terrores nocturnos, y lo recuerdo como si fuera ayer. Mis padres estaban desesperados, ya que eran muy frecuentes, y siempre estaban pendientes de mis sueños. En este post quiero daros una orientación sobre esta patología, y cómo podemos distinguirlos y detectarlos.

A menudo los padres confundimos los terrores nocturnos, con las pesadillas y no son lo mismo. Los terrores nocturnos son el proceso en el cual nos despertamos completamente aterrorizados, gritando y bruscamente, y suelen aparecer en el primer tercio de la noche, cuando el sueño es más profundo. Algunas personas hasta llegan a caminar dormidos, visualizando escenas que nos relatan, y con frecuencia no suelen recordar el episodio por la mañana.

En cambio las pesadillas son más frecuentes más avanzada la noche, a menudo después de ver películas o programas de miedo en la televisión, y la persona no se despierta desorientada, a diferencia de los terrores nocturnos, y puede recordar los detalles del sueño.

Es un trastorno más frecuente en varones, y suele darte hasta los 7 años más o menos, aunque hay adultos que también los sufren en épocas de estres, alcoholismo y otras enfermedades. Va acompañado de taquicardia, pupilas dilatadas, desorientación y el pequeño no reconoce su entorno, ni a sus padres.

Las etapas son:

  1. Aparición repentina en la primera etapa nocturna
  2. Sensación de terror y disgusto
  3. Agitación: pupilas dilatadas, taquicardia, respiración agitada
  4. Vuelta a dormir
  5. Amnesia de lo que sucedió en el episodio. 

Es un momento muy estresante para la familia y normalmente no requiere tratamiento sobre el niño. A los padres hay que tranquilizarles, ya que no produce trastornos en el niño, porque no recuerda lo sucedido. Algunas veces va asociado a estados febriles, por lo que es recomendable descartar esto, tomándoles la temperatura.


Algunos consejos para niños con terrores nocturnos:

  1. Tranquilizar siempre al niño, estar junto a él, hablarle suave y abrazarlo, para que cuando se despierte estemos a su lado y se calme y tranquilice.
  2. Nunca debemos despertarlo. Siempre se despiertan solos, y se suelen calmar sin necesitad de ello, y así evitaremos más desconcierto.
  3. Cumplir sus horarios de sueño, para asegurarse de que descansa las horas que necesita. 
  4. Las horas previas a acostarse, tiene que tener un ambiente tranquilo, ya que cualquier escena violenta en televisión o mucho jaleo antes de irse a la cama, puede producírselos. 
  5. Cuando son muy frecuentes, se aconseja ir a un especialista, que puede recetarnos algún fármaco para estas situaciones. 
  6. Los más importante es saber, que algún día desaparecerán, a medida que el niño crezca. 
Se han hecho estudios con gemelos, y se ha visto que el padecer terrores, tiene un componente genético. Con lo cual un niño que los sufre, probablemente alguno de sus progenitores también los sufrió de pequeño. 

Espero que os haya servido de ayuda este post, si alguno de vuestros hijos está en esta etapa y sufre este trastorno. Pero ya os digo, que se pasa y todo vuelve a la normalidad, el único efecto negativo que tienen es que la familia no duerme, mientras suceden. 

Nines Mandiatoys






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