viernes, 14 de mayo de 2010

Mi hijo se chupa el dedo. Experiencia de una madre.



Es una práctica bastante común entre los bebes. Mi hija mayor jamás se chupó el dedo, tenía su chupete y eso le bastaba. Pero llegó el pequeño, y ya cuando me hacían las ecografías, en una de ellas el ginecólogo me dijo: "mira se está chupando el dedo". Nos hizo mucha gracia, pero en ese momento no pensamos que más tarde, la cosa seguiría.

Ya desde su nacimiento el niño se chupaba el dedo, y no había manera de ponerle el chupete, le daba arcadas. Era una dulzura verle con su dedito en la boca. Pero con el paso de los años, esta costumbre fué a más, y ya en el colegio no se le había quitado.

Mientras era muy pequeño, no pasaba nada, pero luego vimos que cada vez que se metía el dedo en la boca, estaba en otro mundo. Era como si el tiempo se detuviera, por eso nos empezamos a plantear cómo quitarle esa costumbre. Después de recibir mucha información al respecto y consultándolo con especialistas, nos dimos cuenta de que no era nada de lo que preocuparse. Que era mejor no darle importancia, porque cuanta más importancia le dábamos, más ansiedad le podíamos producir al niño.

Ya al ir al colegio, lo hacía más a menudo, porque era una manera de refugiarse ante ese cambio tan grande. Por eso nos dijeron que no teníamos que decirle nada, que se le quitaría con el paso del tiempo, cuando el niño sintiera vergüenza al ver que los demás no lo hacían. Y que si continuaba, era mejor desviar su atención hacia otras cosas, y que tuviera las manos ocupadas.

Las profesoras lo pusieron en práctica. Cada vez que se metía el dedo en la boca, le daban una hoja de papel, o algo para obligarle a que usara sus manos en otros menesteres. A los 4 años dejó su "chupete", o sea su dedo, y ya no ha vuelto a hacerlo.

Os he contado este relato de mi experiencia, porque sé que a muchas madres como yo, os preocupa este tema. Y quiero deciros que se pasa sólo, que no hay que pensar que se le va a estropear la boca, porque los dentistas practican más ortodoncias de "niños de chupete", que de "niños de dedo". Por eso no hay que alarmarse, y tomárselo con calma. Hay que disfrutar los momentos de su infancia, y no regañarle por ello. Porque entonces lo tomará como algo prohibido, y puede quedarse como crónico, haciéndolo a escondidas para no sentirse mal y ser algo más complicado de superar.

Todos los bebes tienen la necesidad de succionar y muchos lo relacionan con algo, como coger un muñeco, un trozo de tela o una mantita. También da muy buén resultado, que el niño se vaya desprendiendo de ese objeto. Lo prudente es sustituir un hábito por otro, sin presiones, haciéndole ver que ya va siendo mayor. Y sin demasiadas exigencias.

Espero que os haya servido de ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario