miércoles, 6 de octubre de 2010

Tengo un hijo sensible. ¿Qué hacer para que no sufra?


Muchos padres están preocupados, por tener un hijo sensible, ya que es mas vulnerable frente a los demás. Pero hay que saber que cuentan a su favor con que, son más receptivos a la belleza, a los sentimientos, al afecto y a la relación con los demás. Hay que ver que tienen unas cualidades especiales, que les caracterizan, que no hay que intentar cambiar. No se trata de convertir al niño sensible, en un niño duro, si no de que aprenda a estar más seguro consigo mismo. Debemos hacerles comentarios, que les haga sentirse más valorados y reforzados en sus sentimientos.

Es muy importante que les ayudemos a ser autónomos, a que sigan creciendo, sin la sobreprotección de los padres. Hacerles saber que siempre estamos ahí, cuando nos necesitan, que confiamos en ellos, y nos fiamos. Aunque en ocasiones lo pasen mal, tarde o temprano darán el paso adelante, y poco a poco se sentirán muy felices de ser como son.

Un consejo importante, es que utilicemos mucho el sentido del humor con ellos. Una sonrisa por nuestra parte disminuirá su ansiedad, para que el niño vea que la vida es alegría, que aunque un determinado amigo se haya alejado de él, la situación se arreglará ampliando su círculo de amigos, y transmitiéndole que encontrará a otros amigos.

Respecto a los profesores, habitualmente son niños que se sienten mal cuando no se les presta demasiada atención, o no se les alaba en público. Esto se soluciona diciéndoles que el hecho de que un profesor, o un adulto no les alabe en público, no significa que no valgan o que no valoren lo que hace, que todos estamos contentos con él, de que sea como es. Y por último el mejor mensaje que les podemos dar: que les queremos.

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