Cómo enseñarles a ser responsables con el dinero

Hoy he querido escribir este post, porque tengo una hija que está entrando en la adolescencia, y me preocupa este tema, como a muchos otros padres. Creo que es un aspecto muy ligado al sentido de la responsabilidad, y como tal tenemos que enseñarles a ser responsables también con el dinero. Y ellos se comportarán en este sentido, tal y como han observado que lo hacemos nosotros. En la mayoría de los hogares es un tema tabú, los niños no saben nada del presupuesto familiar. Dentro del clima de confianza que establecemos, sobre todo a esta edad, sería muy recomendable establecer una jerarquía de gastos, para que él pueda ser consciente de como se distribuye el dinero en casa (sin meternos demasiado), incluyendo su paga semanal.

Ahí vendría la siguiente pregunta: ¿conviene establecer una paga? A mi juicio sí. El problema viene cuando no sabemos que cantidad fijar. La mayoría de las veces nos podemos orientar, consultando a otros padres, pero lo más adecuado es sentarnos con nuestros hijos, y hacer una lista con sus gastos, para que la paga se adecue a sus necesidades reales. Esto es bueno para que el adolescente sea consciente del valor material de las cosas, y que aprenda a controlar sus gastos, administrar su economía, etc. Yo le pregunté a un psicólogo al respecto, y la respuesta que obtuve es que la paga debía de ser mensual, para que aprenda a administrase, y si no llega a fin de mes, será su problema. Cuanto más implicado se sienta, más garantías tendremos de obtener una buena respuesta. Del mismo modo, ya mas mayores, es muy recomendable que acepten pequeños trabajos remunerados, con el fin de que se den cuenta, cuanto antes, del esfuerzo que cuesta conseguir la remuneración.

Cuando un adolescente malgasta su dinero, él mismo se da cuenta de que se le agota enseguida, y que nunca tiene suficiente para todo lo que quiere. El uso del dinero forma parte de la personalidad de cada uno, y por eso no podemos establecer normas comunes a todos los hijos. Pero todos los padres aspiramos a que consigan una cierta educación para saber manejarse y administrar su pequeña economía, sin descuidar el uso que le hacemos nosotros mismos, porque somos el ejemplo en el que ellos se fijan siempre, y que seguramente seguirán en el futuro.