viernes, 28 de mayo de 2010

La función educativa de la publicidad


Me ha hecho pensar esta noticia del mundo que os pongo a continuación sobre la función educativa de la publicidad, porque la mayoría de las veces no nos damos cuenta de la influencia en nuestros hijos. Leedla y veréis como os hace pensar:

YO DONA debate en el Festival Publicitario El Sol sobre la función educativa de la publicidad
SAN SEBASTIÁN.- El 'Impossible is nothing' de Adidas, el 'Be water my friend' que tomó prestado BMV a Bruce Lee o el 'Abre los ojos' de Médicos sin fronteras tienen algo en común. Todos son lemas publicitarios que aluden a valores con los que se ha querido enganchar al público. Es la publicidad con conciencia. El tema de debate elegido por YO DONA en la 25 edición del Festival Publicitario Iberoamericano El Sol, que se celebra hasta el domingo 30 de junio en San Sebastián. Tras estrenarse hace dos años con el debate sobre la violencia de género y plantear en 2009 el problema de la trata de mujeres, la revista se encarga de introducir contenidos comprometidos en El Sol Social por tercer año consecutivo. El tema de discusión propuesto en esta edición ha sido la posibilidad de educar en valores a través de la publicidad, eje de la mesa redonda celebrada en el Palacio Kursaal y leiv motiv del premio que entregará la directora de YO DONA, Charo Izquierdo, a una de las nueve campañas que han quedado finalistas.

La subdirectora de la revista, Pepa Bueno, coordinó un foro en el que intervinieron la consejera técnica del Ministerio de Educación, Carmen Campos; la consejera delegada de la agencia de publicidad Sra. Rushmore, Eva Gutiérrez, y la directora general ejecutiva de Tapsa, María José Álvarez. El gerente de El Sol, Carlos Rubio, ejerció de anfitrión.

Si algo quedó claro tras las exposiciones y un intenso turno de preguntas e intervenciones del público, es que hay un sector cada vez más amplio de consumidores que, a la hora de elegir un producto, además de marca y precio busca que ese grupo eléctrico que escoge, las zapatillas que compra o la compañía telefónica por la que se decanta se identifique con valores en los que se vea representado.

Desde su papel institucional, Carmen Campos destacó la necesidad de formar desde la escuela generaciones críticas y exigentes con todos los reclamos publicitarios a los a los que se exponen en la era digital y subrayó la responsabilidad que tienen las agencias en esa nueva 'publicidad concienciada' con el mundo en el que vive. "La publicidad es esponja y espejo de los valores dominantes y debe ser también motor del cambio", aseguró.

Una perspectiva muy distinta a la de Eva Gutiérrez, quien aclaró que "el papel de la publicidad no es educar, sino persuadir para la compra de productos y servicios", si bien reconoció que cada vez está funcionando mejor la asociación de marcas y valores. "El consumidor premia ese reflejo de valores. Las marcas tienen que llegar a la cabeza y el corazón de la gente, aunque alejándose de la pátina de oportunismo o manipulación que se pueda ver tras el uso de esos valores", expuso.

María José Álvarez dijo que conciliar los intereses de la marca y la estrategia adecuada para vender el producto con las respuestas que busca la ciudadanía a sus inquietudes vitales es una garantía de éxito. "¿Qué sentido tiene la publicidad si no conecta con la gente?", se preguntó.

En su papel de conductora del debate, Pepa Bueno opinó que un consumidor crítico tiene en su mano la posibilidad de "forzar" con su "opción de compra" a las compañías a apostar por valores positivos, que en ese toma y daca acaban arraigando y revertiendo en toda la sociedad.

El debate en torno al Premio El Sol Social que entrega YO DONA ofreció a los seguidores del festival la oportunidad de visionar las nueve campañas finalistas. Optan al galardón anuncios de las compañías Aquarius, Coca-Cola, Flex, Telefónica, Yoigo, Ausonia, Bancaja, Signal y Mercedes. En píldoras de apenas 20 segundos, abordan temas como la marginación de los enfermos mentales, la donación de sangre, el desempleo, la discriminación femenina, la lucha contra el cáncer de mama o el racismo.

Y ahora os invito a comentar esta noticia en mi blog, porque me parece muy interesante. ¿Pensáis que la publicidad sólo debe forzar a la compra, o también puede educar en valores?

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http://www.elmundo.es/yodona/2010/05/28/actualidad/1275032763.html

domingo, 23 de mayo de 2010

Piñatas mexicanas


Ayer tuvimos la fiesta de fín de curso del colegio de los niños. Fué divertidísima y estuvo todo muy bién organizado.

Hubo cetrería, dejaron que los niños tocaran las aves, pudimos ver su vuelo, y lo que aprenden con sus cuidadores. También vimos perros, y su entrenamiento. Cómo les entrenan en obediencia básica, y para acudir a concursos. Estaban muy bién educados, y nos demostraron cómo interactuan con los niños sin ningún problema.

No faltaron los hinchables, que nuncan fallan, discoteca para niños y padres, pintacaras, taller de pulseras, campeonato de mus, y hasta una cata de vinos. Vamos que el colegio lo organizó todo fenomenal, para que pasáramos un fin de curso entrañable y divertido.

Muchas madre colaboramos durante toda la semana pasada, para ayudar a la preparación del día. A mí me tocó hacer piñatas. Pero no unas piñatas cualquiera, si no "piñatas mexicanas". Nunca las había hecho, y ha sido una experiencia muy bonita y divertida.

Me interesé por el tema y busqué la historia de la piñata mexicana. Mi sorpresa fué cuando me enteré de que nosotros los españoles, fuímos quienes la llevamos a México, por medio de los colonizadores españoles. Y en España a su vez, la trajeron los italianos. Pero en realidad la piñata tiene su origen en China, y fué el explorador Marco Polo, quién la llevó a Italia en el siglo XII después de que la conociera en oriente. Interesante ¿verdad?.

A continuación os cuento cómo se hacen:

El primer paso en inflar un globo grande, de esos que venden para fiestas de cumpleaños, que son más gruesos que los comunes, y llevan una goma para colgar o jugar.

Después de inflarlo, se recortan papelitos de periódico, y con cola mezclada en agua, se van pegando en el globo, lo que llamamos papel maché. Se le dan varias capas, para que quede duro cuando seque y aguante el peso del contenido.

Finalmente cuando se ha secado completamente, se pincha el globo de dentro y se decora. La decoración es un poco al gusto de cada uno, se le pueden pegar papeles de colores, se puede pintar con témperas, o si no dispones de mucho tiempo, envolverla con papel celofán, del trasparente, cómo si fuese un caramelo, y en un momento la tienes lista.

Siempre hay que dejar un hueco para meter las chuches, o regalitos que quieras hacer. También puedes hacer una llena de harina, que es muy divertido.

Me dí cuenta que estas piñatas dan mucho juego para los niños, porque pueden jugar a la gallinita ciega, o ponerse en fila y darles golpes por turnos. Y cómo son muy duras, tardan en romperse y tener un buén rato de diversión está asegurado.

A mí esto me ha dado una buena idea para hacer en los cumpleaños de mis hijos, porque las piñatas que venden habitualmente no dan tanto juego, es simplemente tirar del hilo y salen las chuches. En cambio con estas, cómo hay que golpearlas con un palo, hasta que se rompen puedes hacer muchos juegos diferentes y los niños se entretienen. Además son muy decorativas. Os he puesto una foto de una que he encontrado hecha por profesionales.

viernes, 14 de mayo de 2010

Mi hijo se chupa el dedo. Experiencia de una madre.



Es una práctica bastante común entre los bebes. Mi hija mayor jamás se chupó el dedo, tenía su chupete y eso le bastaba. Pero llegó el pequeño, y ya cuando me hacían las ecografías, en una de ellas el ginecólogo me dijo: "mira se está chupando el dedo". Nos hizo mucha gracia, pero en ese momento no pensamos que más tarde, la cosa seguiría.

Ya desde su nacimiento el niño se chupaba el dedo, y no había manera de ponerle el chupete, le daba arcadas. Era una dulzura verle con su dedito en la boca. Pero con el paso de los años, esta costumbre fué a más, y ya en el colegio no se le había quitado.

Mientras era muy pequeño, no pasaba nada, pero luego vimos que cada vez que se metía el dedo en la boca, estaba en otro mundo. Era como si el tiempo se detuviera, por eso nos empezamos a plantear cómo quitarle esa costumbre. Después de recibir mucha información al respecto y consultándolo con especialistas, nos dimos cuenta de que no era nada de lo que preocuparse. Que era mejor no darle importancia, porque cuanta más importancia le dábamos, más ansiedad le podíamos producir al niño.

Ya al ir al colegio, lo hacía más a menudo, porque era una manera de refugiarse ante ese cambio tan grande. Por eso nos dijeron que no teníamos que decirle nada, que se le quitaría con el paso del tiempo, cuando el niño sintiera vergüenza al ver que los demás no lo hacían. Y que si continuaba, era mejor desviar su atención hacia otras cosas, y que tuviera las manos ocupadas.

Las profesoras lo pusieron en práctica. Cada vez que se metía el dedo en la boca, le daban una hoja de papel, o algo para obligarle a que usara sus manos en otros menesteres. A los 4 años dejó su "chupete", o sea su dedo, y ya no ha vuelto a hacerlo.

Os he contado este relato de mi experiencia, porque sé que a muchas madres como yo, os preocupa este tema. Y quiero deciros que se pasa sólo, que no hay que pensar que se le va a estropear la boca, porque los dentistas practican más ortodoncias de "niños de chupete", que de "niños de dedo". Por eso no hay que alarmarse, y tomárselo con calma. Hay que disfrutar los momentos de su infancia, y no regañarle por ello. Porque entonces lo tomará como algo prohibido, y puede quedarse como crónico, haciéndolo a escondidas para no sentirse mal y ser algo más complicado de superar.

Todos los bebes tienen la necesidad de succionar y muchos lo relacionan con algo, como coger un muñeco, un trozo de tela o una mantita. También da muy buén resultado, que el niño se vaya desprendiendo de ese objeto. Lo prudente es sustituir un hábito por otro, sin presiones, haciéndole ver que ya va siendo mayor. Y sin demasiadas exigencias.

Espero que os haya servido de ayuda.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Colaboracíon de los niños en las tareas del hogar


Tengo una amiga que tiene seis hijos. En un hogar con tantos niños, es muy común que todos, desde muy pequeños colaboren en las tareas del hogar. La frase: "Se van educando unos a otros", tiene mucho de cierto. Ya que con tantos niños, es normal que los mayores impongan reglas a los pequeños, y que se ayuden los unos a otros. Pero no es la tónica general. Actualmente muchas familias, tienen dos o tres hijos. Con lo cuál, es más dificil que desde pequeños se les eduque para colaborar en casa, porque al ser menos su colaboración ya no es tan necesaria. Llegado este caso es mas fácil, que dediquen su tiempo a otras actividades.


Un niño de 6 u 8 años, está perfectamente capacitado para poder hacer pequeñas tareas, que aunque por costumbre las haya hecho siempre, a partir de ahora tienen que ser por obligación. Dichas tareas como recoger su plato y vaso, prepararse su ropa para el colegio, meter la ropa sucia en el cesto, poner la mesa,..., las pueden llevar a cabo perfectamente, y harán que aumente su autoestima, y son muy necesarias para su desarrollo personal.

Este proceso es formativo. Se trata de que aprendan a ayudar y a tener sus propias responsabilidades, cómo un miembro más de la familia. Y se aprenden mejor, si se practican primero cómo algo natural, y se razonan después. De forma secuenciada, constante y gratificante. El plan de trabajo tiene dos componentes básicos: uno de preparación para los padres, y otro de supervisión del niño.

Tenemos que empezar con tareas sencillas. Procurar tenerlo todo previsto, para que sea fácil, y se pueda hacer sin complicaciones adicionales. Hay que elegir con cuidado, según las características del niño y las circunstancias del entorno. Es bueno planificar con lógica frases como: "después de"; por ejemplo "debes recoger tu escritorio". Para el niño es menos complicado y se organiza mejor con rutinas, más que marcándole horas.

Al principio es importante que sean pocas tareas. Porque el objetivo es la educación, nunca la productividad. Hay que alentar al niño y felicitarlo, para que el proceso sea efectivo, tranquilo y hacerlo bién. Se trata de una cuestión de actitud, y no de razonamiento. Exigir poco es más beneficioso, y nos hará llegar a nuestro objetivo final más facilmente.

La constancia es fundamental para el éxito. Hay que ser paciente, pués si no dejamos al niño terminar, porque es lento, o porque lo hace mal, y acabamos resolviéndolo nosotros, no le haremos ningún favor y no le estamos enseñando nada de provecho para el futuro. Lo que sí podemos hacer, es corregir si que nos vea, por ejemplo: si hace la cama mal, estirarla mejor nosotros, cuando ya no está en la habitación, pero nunca delante del niño. Con el tiempo irá mejorando.

Al principio estas responsabilidades, generarán quejas, y más trabajo para nosotros, que ayuda. Pero al final nuestra tarea se verá recompensada, y nos ayudará a prevenir problemas futuros. Si un niño tiene obligaciones en casa, desde pequeño, al llegar a la adolescencia ya estará acostumbrado, por lo que si añadimos otras nuevas no nos presentará problemas. Porque entrar en dicha edad sin haberlas tenido, nos resultará una labor ardua y nos puede estropear la armonía familiar.